Todo es un juego de prioridades y todas las prioridades son sueños frustrados, los humanos verdaderamente no tenemos las primeras, solíamos hacerlo pero esas que entonces han permanecido reales se han perdido en el olvido tal vez en ese teléfono roto de reglas abstractas llamado evolución.
Insisto antes de dejar el tema, o antes de me mate este dolor, en fijar una cierta sensatez a la hora de escoger nuestras prioridades, somos humanos y queramos o no el resto también lo son, es una cuestión de respeto, y no podemos pasar por encima de otros solo porque no nos hiere o afecta.
Por culpa de este y más factores (de falla) observados en la sociedad media-alta, opino o tengo la convicción de no sentirme apto para cohabitar con seres capaces de infligir semejantes heridas.
Si esto es humanidad, que es el instinto entonces?
Hemos hecho oídos sordos a la tesis del amor.
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