Me siento raro, no es vacio ni es amargo, es solo como si no estuviera ahí, se extravió en una memoria perfecta, incalculable, remembradora. No puedo olvidar, no puedo preterir. Estoy recordando cada día más, reconstruyendo, planificando, planeando y estructurando.
Tus esfuerzos lerdos son tiernos, pero la mala dirección les afecta, la sangre utilizada durante los actos que me causan daño, debe ser renovada, jamás una idea o un pensamiento debe perpetuar la agonía ni el resentimiento en el humano. Quiero intervenir y ayudarte, quisiera ser sol, para que no dependieras de mis palabras tan solo de mi calor. Mis emociones me han ido enconando, los diálogos a los adentros, son ecos dispersos que generan duda, mi corazón es atacado intensamente por desconciertos fortuitos y deliberados, cualquier intento sordo de exigir conmiseración es callado por implacable miedo, la falta de experiencia holística apacigua mi compasión.
Empieza el descenso, déjate ir con esa cara de melancolía taciturna, todos los defectos y las promesas rotas no podrán mas vislumbrar ni aspirar a tu rostro, mientras sucumbes sientes miedo porque te falta seguridad, sientes el viento y la corriente te corta la respiración, entre más te desplomas inhalar se hace más difícil, pero no importa ya sabes que tocar el suelo te liberara. Escucha el sonido del quiebre, deshazte en partículas, sabes que estás mucho mejor con el viento, tienes que ser ligero para que la ráfaga te lleve, olvida el amor y olvida la muerte porque esta noche aún no has dejado de caer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario